El cambio huele a viejo

En Argentina hay cierto consenso, o más bien una vaga intuición respecto al “reseteo” político que se operó desde que asumió Milei, el Soñador. El problema es que la clase política no cambió, ni cambiaron los actores que mueven los hilos del poder.
En la práctica el “reseteo” es sólo el maquillaje de un brutal ajuste insustentable e improvisado. Que el presidente y el ministro Caputo repliquen tuits de una cuenta fake de Jumbo para festejar la desaceleración de la inflación es un ejemplo. El nivel de irresponsabilidad es festivo.
Pero en Chaco no estamos mejor. No importa cuántas veces el gobernador Zdero haya dicho que se terminó la corrupción: él y su equipo son los mismos que viven del Estado desde hace al menos dos décadas. Imposible obtener resultados diferentes haciendo lo mismo con los mismos buscapinas.
Por eso la denuncia del concejal Fabricio Bolatti contra las licitaciones ordenadas por el intendente Roy Nikisch para comprar camiones por $ 2.400 millones y contenedores por otros $ 219 millones sin mandar los pliegos al Concejo Municipal para su aprobación, se parece llamativamente a las que hacía cuando gobernaba Gustavo Martínez.
Si bien el monto es algo menor (unos $ 1.600 millones), la denuncia presentada este jueves por el Frente Chaqueño ante la Unidad de Atención a la Víctima y al Ciudadano (UDAVyC), la FIA y el Tribunal de Cuentas es aún más grave que la del Municipio.
No sólo porque afecta directamente la salud de decenas de miles de chaqueños y chaqueñas, sino porque expone una posible trama de corrupción a tan sólo un centenar de días de haber arrancado el nuevo gobierno, y también muestra el brutal desapego a la normativa vigente por parte del Pibe de Oro.
La denuncia detalla la siguiente línea de tiempo: el 26/12 Zdero firmó el decreto 163/23 que prorrogaba la emergencia por dengue por 180 días, y habilitaba al Ministerio de Salud a comprar medicamentos e insumos para combatir la epidemia. Como citaban la Ley de Administración Financiera que habilita la compra de obras de arte y no de remedios, un mes después, el 24/01, a través del decreto 81/24 corrigieron ese error.
Aún así el nuevo decreto no le permitía a la cartera sanitaria realizar gastos discrecionales: desde el 5 de febrero (Decreto 124/24) las compras y contrataciones debían respetar una escala según la cual las operaciones mayores a $30 millones había que elevarlas al Nivel Central para llamar a licitación.
Ya en el nivel central, los montos autorizados para compras de entre $30M y $50M exigían que el ministro de Salud llame a una licitación privada, y por encima de esa cifra era el gobernador el que tenía que llamar a una licitación pública.
Pues bien, nada de esto se cumplió. Desde el 19/02 el ministro arrancó con la contratación directa de empresas para la compra de medicamentos, insumos y servicios por entre $31 millones y casi $600 millones cada vez, superando en total los $1.600 millones sin respetar el régimen antes mencionado ni participar, como exige la ley, a los órganos de contralor. Y lo que es peor: ninguna de esas compras explica de qué forma se combatió la epidemia de dengue, si es que lo hizo.
Y todavía hay más: el 19/03 Zdero firmó un nuevo decreto (315/24), esta vez declarando la emergencia sanitaria del Sistema Público Provincial de Salud por seis meses, desde el 1 de enero, para “normalizar” la provisión de medicamentos e insumos.
Y en el Artículo 2 aparece la picardía, ya que ratifica “las compras realizadas por el Ministerio de Salud para el abastecimiento esencial de medicamentos e insumos (…) con independencia de su monto, en forma excepcional (…) mientras dure la declaración de emergencia”.
Como se puede ver, este decreto que ulteriormente Zdero mandó al parlamento para ser validado por una ley provincial, intenta colar retroactivamente esos más de $1.600 millones gastados sin ningún control ni respetando la normativa vigente, de forma que queden “saneados”, o como dijo el diputado Iván Gyöker en un zoom de la Comisión de Salud del Poder Legislativo, sin comprender la gravedad del sincericidio: “para esterilizar los errores administrativos que plantea la Fiscalía de Estado”.
El Frente Chaqueño denunció por corrupción al ministro de Salud Sergio Rodríguez. No esperamos que los medios nacionales y provinciales que habitualmente se hacen eco del hallazgo de remedios vencidos y del desalojo de cuatro carreros hagan lo propio con este escándalo, pero nos alegra que el sistema republicano todavía cuente con resortes como para denunciarlos.
Los que se quejaban de la “corrupción por goteo” la prefieren en billetes de mayor denominación. Un cambio que huele a viejo.
Por Cristian Muriel

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